Patriotas de Hojalata

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La vacuna del JEMAD Villarroya: quien debe dimitir es la ministra de Defensa, Margarita Robles.

El JEMAD Villarroya y otros tantos altos mandos del ejército se vacunan y la ministra no tiene ni idea sobre el tema. Declara “ que se ha  enterado por los medios”.  Desde UP se pide la dimisión del JEMAD. ¿No sería mejor pedir la dimisión de una ministra de defensa que no controla lo que pasa en el ejército? ¿Por qué todo lo que tiene que ver con la vacunación en el ejército es secreto y, sin embargo, al ciudadano de a pie se le quiere imponer un carnet de vacunación? ¿Vivimos en una democracia o en un estado militar?    

De este asunto se va a hablar muy poco. Ha sido una noticia bochornosa, por no decir escandalosa, y muy pocos medios la han difundido. Incluso hay quien apoya este protocolo, como la diputada del PSOE y excomandante del Ejército Zaida Cantera. Julio Rodríguez, que fue JEMAD con Zapatero y ahora lleva el gabinete del vicepresidente Pablo Iglesias calla, por lo tanto otorga. Pablo Echenique, ha manifestado que “deben dimitir todos» los «sinvergüenzas» que se han vacunado contra el coronavirus, «saltándose la cola desde el privilegio de ser cargos públicos».  También la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (UP) opina de la misma manera.

Según informa Europa Press, nos enteramos ahora que las Fuerzas Armadas cuentan con su propio cupo de vacunas dentro del reparto del Ministerio de Sanidad. De las vacunas de Pfizer a España, Sanidad reservó una cuota –que es secreta– para las Fuerzas Armadas. Nos enteramos que estos “jetas” se han vacunado antes que muchos sanitarios –civiles y militares- que están en primera línea, antes que muchos de nuestros mayores que mueren día a día, que tu madre, tu abuelo, ese amigo con penosas patologías o enfermedad crónica ; antes que nadie ellos, los de las estrellas en el hombro.  

 La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) lamenta lo que considera «grave ocultación» de un protocolo de vacunación en las Fuerzas Armadas. Las asociaciones sindicales de policías y guardias civiles están que echan humo. Juan Fernández, secretario general de la AUGC, principal organización sindical de los guardias civiles ha manifestado que “un buen militar hace exactamente lo contrario a lo que ha ocurrido: antepone los intereses de su gente a los suyos propios”. Pablo Pérez, portavoz del sindicato Jupol, mayoritario en la Policía Nacional, opina que “ hay que priorizar a las unidades de seguridad ciudadana que están en la calle en primera línea, y no los jefes que pocas veces salen de sus despachos».

Según eldiario.es “Sanidad no incluye, además, el reparto de dosis de la vacuna que corresponde al ejército en los informes en los que notifica la actividad del proceso de vacunación, que incluyen el número de dosis entregadas a las comunidades autónomas y el de las que han sido administradas”. ¿Por qué? Argumentarán seguridad nacional. El ya casi exministro de sanidad Salvador Illa “remite a Defensa para las preguntas sobre cuáles son esos «supuestos excepcionales» de la vacunación”, que por lo visto las hay pero el gobierno desconoce, o dice desconocer. Para eso que nos gobierne un general, no un político.

Los sacrificios que están haciendo los ciudadanos se ven recompensados por los altos cargos públicos de esta manera. Muchos españoles están al borde del delirio y son ninguneados continuamente por estas elites propias de gobiernos autoritarios. La democracia de este país está en la cuerda floja. Mires a la derecha o a la izquierda, y especialmente para arriba, a los ciudadanos les dan ganas de romper su DNI, su pasaporte y hacerse apátrida.   

El criterio que se ha establecido es muy claro: primero los grupos prioritarios. Y no se trata de hablar de gobernanza. Se trata de salvar vidas, las vidas de los más indefensos.  Acaso, estos “jetas”, no saben que hay personas mayores que llevan sin salir de su hogar casi un año. Qué hay sanitarios con depresión, traumas psicológicos, recontagiados,.. Hartos, cansados y desmoralizados. Así está la ciudadanía de España y encima tiene que soportar todo este espectáculo.  

“Como se establece en la Estrategia de vacunación frente a COVID-19 en España, en la primera etapa en la que el número de dosis de vacunas serán limitadas, se ofrecerá la vacunación de manera priorizada a las personas que se incluyen en los siguientes grupos de población:

 1. Residentes y personal sanitario y sociosanitario que trabaja en residencias de personas mayores y de atención a grandes dependientes

2. Personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario

3. Otro personal sanitario y sociosanitario

4. Personas consideradas como grandes dependientes (grado III de dependencia, es decir, con necesidad de intensas medidas de apoyo) que no estén actualmente institucionalizadas

Las primeras dosis disponibles se utilizarán para vacunar al grupo 1 y 2 en ese orden y, tras completar estos grupos y en la medida que haya más disponibilidad de dosis, se vacunará a los grupos 3 y 4”.

Creo que queda claro. A estos “jetas”, que viven en su propio mundo,  se la refanfinfla. No estaría de más que todo este tema de vacunaciones ilegales se llevara al terreno jurídico, y si no habría que establecer penas tanto a militares como políticos, médicos jubilados, y hasta a un cura, que también tiene lo suyo. Esperemos que la ciudadanía tenga buena memoria de cara al futuro y ponga a cada cual en su sitio en las urnas; de la justicia que no espere nada: todos están involucrados.

Para quien esté interesado en el siguiente link el texto completo.

https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/vacunaciones/covid19/docs/COVID-19_Actualizacion1_EstrategiaVacunacion.pdf