Rodelona: «El arte suaviza la tormenta, la aleja»

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Tito es una persona tremendamente paradójica, un hombre que se pasa gran parte de su vida soltando gruñidos y mostrándose poco comunicativo pero que, sin embargo, se siente llevado a efectuar en público unos despliegues de emoción arrolladora. Tras su máscara encontramos a un hombre que ha tenido en la mano la posibilidad de conseguir ser aceptado comercialmente, pero que la ha descartado en razón de su negativa a aceptar ningún tipo de imposición. Es la aventura de un artista que no encaja pero que se las arregla para perdurar. Estas son sus palabras.

Todas las grandes revelaciones tienen lugar antes de los 25 años. Quizás porque uno las espera tan ansiosamente. Las revelaciones que llegan más tarde son más objetivas. Uno tiene la sensación de ver de repente una luz nueva. Simultáneamente se vuelve uno más humilde y menos arrogante. Se siente el deber y no, como antes solo el deseo de reconocer y se reconocido. Se dice, que todos los que tienen más de 35 años empiezan a explicar. ¿Te incluyes tú en este estereotipo de artista o, por lo contrario, entiendo que esas revelaciones son constantes e inconscientes en el artista a lo largo de su vida?

Yo pienso que son constantes a lo largo de la vida. Los 25 años pueden ser una edad de inicio del camino, que incluso puedes abandonar en cualquier momento. La vida te dirá lo que puedes hacer o no. Es uno el que tiene que buscar a pesar, o pese a quien le pese. Y si a partir de los 35 explicas, creo que son los demás los que deben explicarse lo que haces.

Cuando se es joven, el artista se siente muy vanguardista, muy heterodoxo. Con los años se va haciendo más ortodoxo. Sin embargo hoy, hay gente joven que se haya en posiciones parecidas. ¿No responde esto a motivos pura y simplemente culturales?

Todo depende de lo que se quiera conseguir con el arte. Muchos buscan un status social, fama. Por otra parte hay jóvenes que empiezan fuerte y a los 30 trabajan en correos o en un banco, será que les va mejor. La vida del artista va desde el principio que empieza a serlo hasta que se muere. Después esta el que dedica 8 o 10 horas a trabajar y cuando llega a casa se dedica al arte, lo cual es duro y a veces inútil. Y si hay que ser heterodoxo o no, depende de cada uno. Si lo que tratas es llegara a la Academia, puedes hacerlo desde el principio.

¿Cuándo empezaste a ser artista?

A los 24 años.

¿No es algo tarde?

No, porque sigo en ello. Si hubiera pensado que era tarde lo habría dejado a los 25.

¿Por qué te decidiste a ser un artista?

Por selección. Elimine los demás trabajos y me quede con el arte.

¿Por qué pintas, porqué esculpes?           

Creo que es la mejor manera de comunicar lo que siento y lo que soy.

¿Te sientes inmortal cuando lo haces?

No. Me siento artista.

¿Qué cosas le agradecerías al arte?

La vida.

¿El terreno del arte pertenece al mundo real o a otro más bien ficticio?

Pertenece a un mundo real pero personal, subjetivo. Ficticio puede ser el proceso de realización, pero el resultado es real. Una escultura puede tocarse, puedes bailar a su alrededor…

No deja de ser un mundo de ideas.

Sí, pero las ideas son reales. Si no, hay tenemos el arte primitivo. Conceptos de la prehistoria que siguen siendo actuales, esas pinturas de las cuevas, las representaciones en piedra,… Todo eso sigue teniendo vigencia en el presente. Lo que se desvanece son las mentiras.

¿Encuentras el mundo más duro que hace 15, 20 años?

El mundo lo he encontrado duro siempre. Yo no he vivido nunca una época en que no hubiera crisis.

Nunca hemos dispuesto de tanta información. Y, por otro lado, nunca se ha producido tanta información inútil, lo cual implica un problema de selección. ¿Cómo te ves en este conglomerado de información controlada y filtrada?

EL bombardeo es constante, y en vez de informar, nos desinforma. El grupo dominante nos informa en medida de lo que quiere. Ya sabes, ¡los gelifantes!

¿Hay que confiar en los propios sentidos?

Por supuesto. Si no, estarías perdido.

Cuando te han dicho, “Que cosas tan raras haces”, ¿Qué piensas?

Que raros son ellos.

¿Algo de lo que te sientas culpable?

No. Sigo aquí vivo y me gusta. Y también me gusta la gente.

¿Te sientes bienvenido en España?

La gente de fuera dice que como España no hay, que aquí se vive muy bien… Quizás fuera existan más posibilidades para el artista. El dicho de “que nadie es profeta en su tierra”  puede ser positivo. Esto te hace salir, conocer otras culturas. Hay pintores, como por ejemplo Barceló, que han encontrado el reconocimiento en otros países antes que en España. Y al final se van a vivir a África, ¡que cosas!

El artista, en muchos casos reconocido, ha cambiado la buhardilla por el chalet, el mundo de las calles y la bohemia de los cafés por la antena parabólica, la vida mundana por la rutina. ¿Crees que su obra no será demasiado cómoda, demasiado distante?

Los tiempos han cambiado y no todos tenemos chalet, a veces ni buhardilla. Los que se han acomodado será porqué han vendido más, gustarán más, ya sabes, el realismo y todo eso. Respecto a la bohemia, es algo que se ha perdido…

¿No se echa de menos?

Sí, pero es que no está. Puede ser que nacimos ya mayores. En el presente, el respeto se gana con el dinero. El artista bohemio es como el charlatán que recorría los pueblos narrando historias. Se ha extinguido.

¿Cómo se combate la sensación de que hoy por hoy el vivir del arte equivale a ruina?

Ruina económica que no espiritual ni de sensaciones. Hay artistas que encuentran también su propia vida personal, que en algunos casos les ha llevado al suicidio. Otros dormitan.

¿Qué te dice “consuma lo mismo que consumen los demás, porque ello garantiza la calidad del producto”?

Es el eslogan de Coca Cola y hay marchantes que lo aplican sobre sus productos.

Caso de Tapiés…

Eso se lo tendrías que preguntar a él.

El artista, ¿es feliz?

Como todo el mundo, a veces sí, otras no.

Pero se atormenta más.

Bueno, otros se atormentan por esa letra que les llega a final de mes, de lo cual tampoco se libra el artista. El arte suaviza la tormenta, la aleja.

¿Qué artistas te merecen respeto?

Todos los que de verdad lo sean.

¿Estas pintando con intensidad ahora, o te has distanciado?

Sí, sí. En estos momentos me siento tranquilo, algo distanciado.

¿Qué opinas del individualismo propietario, que se cierra inhóspitamente?

Me gustaría saber cuáles son las causas que determinan ese caparazón, ese aislamiento.

¿Pero puede ser negativo de cara a vivir en comunidad?

El futuro nos lo dirá.

El amor a la sabiduría, ¿es minoritario?

Eso es muy duro. La vida es sabiduría y todos deberíamos morir con una sonrisa. A veces también son las posibilidades y la educación las que te inducen al saber. No obstante, todo el mundo tiene interés por la sabiduría.

¿Qué ocurriría si la gente tuviera el mismo interés por el arte que por el futbol o la telebasura?

 Que los futbolistas vivirían peor y los artistas algo mejor. Tendríamos contratos millonarios y club de fans.

¿Existe futuro para el artista?

Un pueblo sin arte es un pueblo muerto. Cuando el arte deje de existir, el mundo habrá desaparecido.

¿Y el espacio?

Cada vez se limita más. Su lugar se condiciona a los intereses de los grupos económicos, que son los que se pueden permitir invertir en Arte.

Decía Picasso que pintar es importante, pero que lo es más respirar.

Físicamente, si. Pero no hacer ambas cosas me pueden llevar al ahogo.