Reconvertir las discotecas en restaurantes y ampliar las terrazas en Diciembre… ¿alguna jilipollez más?

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Cuando la mayor parte de los restaurantes se encuentran sin clientela y la llegada del invierno esta a las puertas a alguno de nuestros políticos- o sus asesores- no se les ocurre otra solución para remediar la crisis de la hostelería (no olvidemos que es uno de los sectores económicos más importantes de nuestro país) que convertir las discotecas en restaurantes y ampliar las terrazas en diciembre. Muy maltrecha debe de estar la administración de este país y la conciencia de sus administradores para llegar a pensar semejante jilipollez. No hay día que cualquier tertuliano (politólogos los llaman ahora) apoye medidas tan descabelladas que lo único que crean en la población es la indiferencia o la aceptación jocosa. Que en Bruselas cierran todos los bares y cafés, ¿porqué no en España?

Porque estos son así: hablan sin pensar que solo en el País Vasco hay más bares que en toda la Unión Europea, y que no es lo mismo el efecto económico de realizar este tipo de cierres en Francia que en España. Y qué decir del esfuerzo y energía dispendidos en elaborar, malgastando su malpagado talento, que ponen en buscar bases científicas para respuestas tan complicadas como es elaborar un mapa de donde se producen los verdaderos contagios en nuestra sociedad. Ni ellos toman el metro ni sus hijos acuden a botellones ni alguno se ha escapado a alguna fiesta familiar o de amigos, o una boda, o las famosas comuniones; no, el problema son los bares, la mayor parte de ellos vacios.  

Puestos a dar ideas para paliar la crisis que “ya” esta asolando a la hostelería seria reconvertir a sus trabajadores en funcionarios de la administración para que de esa manera los usuarios pudieran tener una atención adecuada. Imagínense que en vez de recibir la contestación artificial de “todos nuestros operarios están ocupados” le contestara una persona de verdad que le dijese: Bar Manolo, que desea. En fin, sólo quiero decir que se haría una buena labor social y de esta manera se aprovecharía la política para hacer una sociedad más humana y no la sociedad para hacer política.           

P.D. Se realmente el problema está en la hostelería y no en el mal uso que se hace de ella por una parte de la sociedad lo mejor sería que la cerraran pero que paguen, igual que ellos cobran. Los confinamientos a medias que realizan ahora no es otra cosa que un cierre encubierto para no correr con los gastos.