El peligro de ser un número

Comparte

Por Jóse Luis.

Ya nos daba una pista el italo-judio Primo Levi tras su paso por el campo de exterminio de Auschwitz, allá por 1947. «Me llamo 174517 ; nos han bautizado, llevaremos mientras vivamos esta lacra tatuada en el brazo izquierdo. Hemos necesitado varios días y no pocas patadas y puñetazos para acostumbrarnos y no entorpecer las operaciones cotidianas de abastecimiento».

No se trataba sino de otro paso más dado por la Alemania nazi con el único objetivo de desproveer de identidad a los judíos que iban a ser exterminados, después de ser desprovistos de sus bienes materiales .Ahora el paso siguiente era terminar con su dignidad como seres humanos…

Casi siete décadas después el director de cine Ken Loach en su película «yo Daniel Blake», hace referencia  al drama de un carpintero de 60 años enfermo del corazón, en su intento por conseguir un subsidio del estado británico y las tribulaciones burocráticas a las que se enfrenta para conseguirlo.

Como pasa de ser un ciudadano británico con nombre y apellidos a convertirse en un frío numero de la seguridad social y lo que ello conlleva.

Ambos por igual, humillados y vejados por los funcionarios al mando, cuya coartada es cumplir con su deber, luchan por no ser despojados de su honestidad como seres humanos.

Como podemos observar, una prueba más de que el tiempo no es quien cambia las circunstancias, sino que estas cambian en función de las personas…