Este virus no nos da tregua. Como en la película del 1978 protagonizada por Clint Eastwood, es Duro de pelar.
Aumentan los brotes y rebrotes (y no verdes precisamente), y a la par, una crisis que nos está comiendo vivos. Uno ya no sabe qué nos va a matar antes, si el Covid-19 o la miseria.
Entre muchos comerciantes y hosteleros crece la desesperación a medida que bajan los números, ¿y qué hacemos? Si salimos malo, si no consumimos peor.
Hoy, caminando por mi pueblo de adopción, observaba el movimiento, las terracitas, los bares… Ya he hablado de Cercedilla, en la sierra de Guadarrama; este ha sido tradicionalmente un pueblo vacacional, que en los últimos años había perdido algo de fuelle: los padres mueren, los hijos venden las casas, ya no vuelven al pueblo, en fin… Este año, está todo alquilado, no hay un mísero corral para alquilar, la gente ha preferido una casita con parcela, piscina, el monte y el aire puro a la playa y las aglomeraciones. Los fines de semana, los restaurantes y las terrazas están al completo, y de momento, y espero no tener que tragarme este artículo por bocazas, aquí no ha habido un rebrote, se trata de una cuestión de responsabilidad.
Estamos todos de acuerdo que llevar la mascarilla es un coñazo, que aguantar largas colas con 35º para entrar a la farmacia, el estanco, aforo de no más de 3 personas en la ferretería…todo eso es insufrible, pero es lo que nos toca de momento señores.
Todos tenemos ganas de marcha, y para todos esto es un incordio. Lo que no puede ser, es que el Cádiz ascienda a 1ª División, y se monta una fiesta donde todo dios se olvida de las medidas sanitarias; en Córdoba, con la que está cayendo, se convoca una fiesta de fin de curso de un instituto, donde hasta el 19 del presente, el brote provocado se ha saldado con 73 casos confirmados de Covid, 670 contactos estrechos que han sido recluidos y mil personas que aseguran haber estado esa noche en el local donde se produjo el contagio (sé que a día de hoy los casos han aumentado). Pero ahora, sigo investigando, y veo que son varias las fiestas de instituto por todo el territorio español…
¿Es que nadie entiende que estamos en una situación excepcional? Claro que podemos salir a tomar una copa y podemos salir a cenar, con las medidas pertinentes y con responsabilidad, con la puta mascarilla, que no nos hace gracia a nadie. Pero hay que entender que este año es distinto, y hay que adaptarse y ser solidario.
Yo, por ejemplo, el sábado me pongo mi mascarilla y me tomo una en el Kavafis.