‘The New York Times’ (un periódico de los de verdad) se hizo eco de la fortuna de Juan Carlos I de Borbón y calcula que su patrimonio rondaría los 1.800 millones de euros. Estos son los ahorrillos que ha conseguido juntar a lo largo de su vida. El petróleo ha sido su principal fuente de ingresos ya que en cuanto la democracia que hicieron a su medida en España, todas las comisiones que se ingresaban por la compra de petróleo para el país, iban directamente al su bolsillo.
Todo esto se sabía; los cómplices nos han gobernado durante años y ahora no permiten las preguntas: el Gobierno veta las preguntas que afectan al rey emérito chocando contra la Ley de Transparencia. Alega razones de «seguridad» que afectarían tanto al Estado como al ex monarca, especialmente a sus cuentas en paraísos fiscales.
Ahora, para limpiar la mierda de su imagen con la conflictividad de la hacienda pública española, pretende hacer una regulación fiscal del uso de unas tarjetas de crédito que se las traen al pairo. Para el campechano estas tarjetas no son más que una golosina, lo que robó de verdad entra dentro de su etapa de «inviolabilidad».
Que ya, que sí, que somos jilipuertas. Ahora todos juntos en la cola de los bancos de alimentos gritemos: guapo, guapa, vivan los reyes, viva España.
Una pequeña biografía económica en B (que se sepa):
Ganó sus primeros millones cuando todavía era príncipe bajo la tutela de Franco. Durante la crisis del petróleo de 1973, Juan Carlos firmó un acuerdo con Arabia Saudí para cobrar una comisión por cada barril que los Al Saud vendieran a España.
Años más tarde, en 1977, recibió 10 millones de euros de otro amigo de sangre azul, el Sah de Persia, para «ayudar a la democracia».
Y otros 100 millones del entonces príncipe saudí Fahd Bin Abdulaziz. Debido a su buena relación con esta familia, que mantendría con los años, la Casa Real saudí le obsequió con multitud de regalos con el paso de los años, como el famoso yate Fortuna (1979) que utilizó hasta el año 2000.
En 1993 recibió 376 millones de pesetas como herencia de su padre, Don Juan de Borbón, guardados en una cuenta en Suiza.
Años más tarde, de su relación con los Al Saud también surge uno de los últimos escándalos del monarca: la presunta comisión por el AVE a la Meca, de 100 millones de dólares (65 millones de dólares al cambio de la época).
En esos años, entre 2008 y 2012, Juan Carlos traspasó miles de euros en billetes de su cuenta suiza a España a través de su abogado, Dante Canónica, y su gestor, Arturo Fasana, que volaban regularmente con maletines cargados de dinero. Retiraban unos 100.000 euros al mes.
Además, se especula que tiene otra fortuna escondida en la cuenta suiza ‘Soleado’, abierta por el propio Fasana y relacionada con varios millones investigados en la ‘Trama Gürtel’.
Nadie sabe cuántos millonarios españoles hay en la cuenta ni cuánto dinero guarda en total, pero por lo que han contado algunos de sus clientes, como el banquero y expresidiario Javier de la Rosa, se estima que hay alrededor de 200 millones de euros.
Entre regalos y compras personales, el rey ha tenido hasta 6 yates ‘Fortuna’. El último de ellos, adquirido en el año 2000 por más de 20 millones de euros, acabó vendiéndose en 2014 por 2,2 millones de euros.
También cuenta con varios veleros. El último en sumarse a su colección, el ‘Bribón IV’ —considerado ‘el Fórmula 1 del mar’— costó alrededor de 1,3 millones de euros.
Aunque siempre ha sentido fascinación por el agua, su auténtica pasión se encuentra en la carretera. Así, su prestigioso garaje cuenta con más de 70 coches entre los que se incluyen modelos como el Ferrari FF, de 300.000 euros y el Rolls-Royce Phantom IV, de unos 1,3 millones de euros.
En 1979 se le acusó de robar la colección de obras de arte del Ducado de Hernani y vender ilegalmente sus mejores piezas por miles de millones de pesetas. Para guardarlas mandó construir su propio pabellón de caza en la Zarzuela, donde también se encuentran algunos de sus ‘trofeos’ de mayor envergadura como jirafas, rinocerontes o elefantes. El complejo, de dos plantas y casi 2.000 metros cuadrados en total, costó 3,4 millones de euros que derivó a Patrimonio Nacional —esto es, al erario público—. A día de hoy, la operación sigue sin aparecer en el Portal de Transparencia.
Ya entrados los años 90, el banquero Mario Conde fue condenado por la desaparición de 600 millones de pesetas en el marco del ‘caso Argentia Trust’. El dinero fue a parar a una cuenta bancaria en las Islas Caimán que, según Conde, estaba gestionada por miembros del Gobierno y el rey Juan Carlos.
Desde que abdicó en 2014 ha recibido 956.172 euros como rey emérito. Su último salario anual como rey fue de 292.752 euros, más del doble que el de su hijo. Estos son más de 820 euros al día. Su sueldo depende del Estado y aparece reflejado en la Constitución. Durante su reinado, también fue libre para designar a los miembros civiles y militares que trabajaban con él en Casa Real, con sueldos de alrededor de 100.000 euros.
Aunque nadie conoce con exactitud la fortuna de Juan Carlos, se estima que oscila entre los 2.000 y los 2.500 millones de euros.
No obstante, la mayor parte de su dinero se considera a partir de su patrimonio y no de su fortuna personal. Antes de abdicar, esta rondaba los 550 millones. Que se conozca.
Una verdadera joyita.