Los imprescindibles: “más que aportar restan”

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El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se ha mostrado a favor de que tanto la cúpula militar como el Gobierno central se vacunen «cuanto antes» para que España no se quede «descabeza en un momento crucial». Para Almeida, a secas, los primeros que tienen que ser vacunados son los dirigentes de la nación, ya que sin ellos estaríamos sin rumbo. Esto lo dice el mismo que respondía hace unos días que la situación de Madrid, después de haber sufrido el temporal Filomena, se solucionaría con la subida de temperaturas y la lluvia.

Llevo ya un tiempo dándole vueltas al tema con respecto a este fichaje del PP. A primera vista da la impresión que, en vez de ser el Alcalde de una megaciudad como Madrid parece ser el alcalde de Villar del Río (Bienvenido, Mister Marshall): un José Isbert del siglo XXI. Cuando consultas la hemeroteca de sus declaraciones parece que es una persona cercana y sensata. Lo que no cuadra es que fuera nombrado portavoz del PP con tanta prontitud, y seguir siendo alcalde de Madrid al mismo tiempo. Después de las declaraciones de ayer, en las que justificaba la vacunación en estos términos «Estamos en una situación de crisis seamos realistas. Quienes dirigen la nación, quienes tienen esa responsabilidad de tomar decisiones a futuro, me parece muy lógico y muy razonable que se vacunen” parece que yo estaba equivocado. Lo que no dijo a continuación fue el “antes que nadie”. De esa manera hubiera quedado claro cuál es su manera de pensar y lo que nos espera por saber durante estos días. ¿Estará anticipando futuras noticias sobre más políticos y jefes militares vacunados, incluido su Majestad? Las noticias de estos días, ¿serán sólo la punta del iceberg?   

Muchos madrileños han visto que ha sido la ciudadanía  y no este alcalde, los que han sacado la ciudad adelante después del temporal. Asimismo, las declaraciones de Almeida muestran una evidencia que muchos ya pensábamos: defiende el robo de vacunas, el enchufismo, el saltarse las normas acordadas y la prepotencia de unas elites, que en este país están muy bien diferenciadas.

Habría que responderle al portavoz del PP con el comentario que un lector subió a un periódico digital. Lean.

“Cada una de esas vacunas que ha ido al brazo equivocado ha dejado de ponerse a un anciano, a un sanitario, a un cuidador o a una persona que está en primera línea de la lucha contra la pandemia, una ya es demasiado Sr. Almeida. El Estado puede funcionar sin presidentes, sin alcaldes, sin consejeros y sin jefes del Estado Mayor, todos ellos tienen sustitutos jerárquicos, pero no puede funcionar sin médicos, sin repartidores, sin limpiadores de hospitales o sin enfermeros. Ustedes no son el ombligo del mundo y algunos de ustedes más que aportar, restan.”

Esto sí que es elocuencia, “más que aportar restan”. Ahora, solo queda que los abuelos siguán votando y apoyando las políticas de estas cabezas pensantes, siempre y claro no las hayan palmado – a los abuelos me refiero-, que esa es otra.