Sucedió el viernes 29 de enero. Lugar: Restaurante ‘El Telégrafo’, una de las marisquerías más afamadas (y caras) de Madrid, muy cerca del Santiago Bernabéu.
Antonio García Ferreras (alias “más periodismo), periodista de La Sexta, madridista confeso, amigo intimo de Pérez y antiguo director de comunicación del club, desempeño de maestro de ceremonias en dicho almuerzo. Florentino Pérez, presidente de ACS, del Real Madrid y uno de los hombres con mayor patrimonio de este país, sentado a su lado. Enfrente de ellos se encontraba la Fiscal General del Estado y exministra del gabinete de Pedro Sánchez, Dolores Delgado, acompañada de su actual pareja, Baltasar Garzón (alias “juez estrella).
Alguno de los presentes, cuando se percato de este almuerzo tan peculiar, intento hacer fotografías con su móvil pero rápidamente una policía nacional de paisano intervino evitando la instantánea. Tampoco se realizaron fotografías de la marcha de los comensales juntos, ya que cada no lo hizo por su lado.
¿Qué hacían en ese almuerzo un periodista mediático, un empresario muy rico pero discreto, un exjuez estrella y una fiscal general del estado criticada por haber conseguido su puesto a dedo? Estoy seguro que también el lector se hará esta misma pregunta.
Es evidente que no fue un almuerzo casual. Entre las hipótesis que se barajan es que Florentino Pérez, por medio de la intermediación de Ferreras, quería tener un acercamiento con la fiscal Dolores Delgado para preparar una estrategia de cara a futuras acciones sobre las causas que el empresario tiene abiertas con la justicia.
Entre esas causas destaca las acusaciones que se sostienen a ACS por el caso “tres per cen”, que recordemos, es un escándalo de corrupción política que apunta al cobro de comisiones ilegales en un porcentaje de alrededor del 3% del presupuesto de las obras públicas adjudicadas por el gobierno de la Generalidad de Cataluña a distintas empresas, entre ellas la de Florentino Pérez.
También Florentino es parte demandante en el “caso Villarejo” – pieza separada número 17-. Esta pieza trata sobre los pagos de Iberdrola al comisario Villarejo por investigar a Florentino Pérez. La eléctrica buscó información comprometedora de Florentino Pérez para forzarlo a renunciar al asalto a su consejo. Lo que no sabrá el famoso comisario.
Del almuerzo, llama la atención la presencia del exjuez y la fiscal, ambas personas muy ligadas al comisario (Villarejo y Baltasar Garzón mantuvieron una relación de amistad durante años). Baste recordar la famosa comida que compartieron con Villarejo, y que esté último grabó hasta la última palabra para posteriormente filtrarla a la prensa.
Dejo en manos del lector que profundice más sobre los oscuros negocios de Florentino Pérez. Lo que llama poderosamente la atención es el trasfondo de este tipo de almuerzos donde se mezcla el periodismo mediático, la economía más liberal posible y la independencia de la justicia. Solo faltaba la presencia de un político para conseguir la cuadratura del círculo.
Por cierto, según los presentes las mascarillas brillaban por su ausencia durante la comida. Quién sabe, posiblemente también la conversación verso sobre las vacunas. Que se lo pregunten a Ferreras, el Torquemada de las vacunas y mascarillas en “Al rojo vivo”.