Un trabajo en común que se compone de música y poesía

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Después de cinco años de caminar juntos por el mundo de la poesía Moncho Otero y Paz Martínez se unen en el libro disco “En Son de Paz” para convertir la poesía de la autora en música, en un trabajo que ha contado con colaboradores como el músico Antonio Toledo, que ha trabajado en producciones discográficas, grabaciones y directos con músicos de la talla de Joaquín Sabina, Miguel Ríos, Martirio, Pedro Guerra, Ismael Serrano y que en esta ocasión ha puesto sus instrumentos, su estudio y generosidad para participar en el  nacimiento de este proyecto. También se puede escuchar en este trabajo los instrumentos de viento que rinden homenaje al Teleno y a las Tierras Maragatas, a las que pertenecen, ejecutados con el arte de Lorenzo Azcona, conocido saxofonista que ha trabajado con grupos como Burnig, Javier Krahe o Asfalto entre otros. Y Marta de la Aldea, conocida cantante, habitual desala Galileo Galilei de Madrid ha puesto su voz en contra de la violencia de género en al servicio del poema de Paz Martínez, La Princesa que me Habita.

Además de los poemas musicados En Son de Paz recorre los caminos de la vida desde el germen de la tierra hasta la infancia y desde la infancia hasta la visón de la mujer que se muestra entre los versos. Los poemas se encuentran en negro sobre blanco, pero también en viva voz desnuda entre canción y canción. Las páginas del libro-disco se abren además a las impecables ilustraciones de la artista Paula de la Calle que cierra el triángulo convirtiendo el trabajo en una creación que ofrece tres miradas diferentes, la de la autora Paz, la del músico y su Son y la de la ilustradora.

Del músico y poeta Rafa Mora, prologuista del libro-disco En Son de Paz extraemos estas palabras: “En son de paz es una brillante comunión entre dos disciplinas que comparten un común denominador: el ritmo. Sin él, no podría jamás existir ni la una ni la otra, y por supuesto ni la una sin la otra. Y este libro-disco-disco-libro es un latido acompasado de luz y repleto de ritmo. Un cuidado trabajo de artesanía donde los versos se enredan en el pentagrama tejiendo junto a las notas un abrazo fraterno. Tal y como lo llevan haciendo, ambas, desde tiempos inmemoriales. Como también lo hacen la amistad y el amor.” … “Hay En son de paz, un pacifista argumento de lucha para tiempos de incertidumbres y desánimos. Un oasis en mitad del ruido. Una luz hermosa y transparente que destila calidad y madurez artística. Y por supuesto una amistad que fluye como un refugio con vistas al mar. La palabra desnuda, Paz, con el acorde y el son, Moncho. Luciérnagas cómplices que nos invitan a un sorbo de vida. Se ha presentado la hora de vivir, señala uno de los poemas.
Compruébenlo. No les miento. No hay razón para ello.”