“Me siento destemplada,
oprimida,
amenazada” Lina Kostenko
Gradualmente la inseguridad adquiere importancia, porque se va desnudando en un descarado striptease, dejando claro que, en el momento en que decide, entra en escena y bombardea el sueño de los niños y de los perros callejeros que, estaban dormidos como ángeles bendecidos por Dios.
Ahora todos dejaremos de interesarnos por las niñas vendidas y violadas en Afganistán, tampoco ya nos interesa la sed en África o Siria en añicos; recuerdo que hace tiempo que dejamos de buscar a las mujeres de Juárez…Ahora, todos miramos hacia el oriente, donde Putin (como un demente) explota misiles, como quien hace palomitas de maíz con mantequilla, sobre las noches ucranianas.
La esperanza de paz en el planeta se ve acosada, una vez más, por tiranos, a quienes no les importa la vida de los pueblos. Para ellos, los pueblos, son carne de cañón y están listos para morir en cualquier momento. Por eso, ellos hacen dinero a cambio de vidas.
Los poderosos hacen escarnio de la muerte porque la consideran “necesaria” para sus fines, entonces, explotan “sin exceso”, un campo aquí, un edificio de departamentos allí, una iglesia allá… Ellos piensan que la gente está habituada a ser maltratada, a soportar las malas noticias, porque creen que el pueblo está acostumbrado con la infelicidad, con la injusticia y con la ausencia de Dios.
Mientras los medios de comunicación con sus prácticas poco piadosas, entrevistan a las personas que tienen condiciones de huir o a cualquiera que no explotó junto a sus hijos, y, sin mucho tino, les preguntan: – en tú huida, ¿cargas a tus sueños? O algo así: ¿Cómo se siente perder un brazo?
El mundo occidental se persigna inmóvil, mirando fijamente el televisor, para saber si la Tercera Guerra Mundial va empezar entre “las naciones más civilizadas del planeta” y de mayor importancia política, por su poderío armamentístico. Todos esperan las noticias que marcaran el inicio del declive de la humanidad, con la completa destrucción del viejo continente.
La verdad es que el sufrimiento está siendo anunciado diariamente, la desesperación es mostrada como cosa natural en los medios, el mundo se prepara para sucumbir frente a la nueva barbarie y a crímenes crueles, en nombre de una guerra que dice de sí misma, frente al espejo, que lucha por la paz.
Los gobernantes del mundo, tienen una actitud de quienes actúan fuera de las normas aceptables de cultura y de los principios morales, en especial de carácter ético, y son salvajes, crueles o faltos de compasión hacia la vida y a la dignidad de los demás.
De nada me sirvió nacer en la década de los sesenta, después de la Segunda Guerra Mundial, pues los humanos no aprendieron la lección y las guerras continúan hasta ahora, con profundo pesar constato que las guerras hipócritamente fueron denominadas con nombres diferentes como: Crisis, Conflicto, Invasión, Revolución, Dictadura, Intifada y no sé qué.
Sé que mi generación y las posteriores vivieron engañadas creyendo en una PAZ falaz, porque siempre hay un bárbaro a la vista haciendo guerra en algún lugar como: Colombia; Congo; Bahía de Cochinos en Cuba; Eritrea; Angola; Guerra chino-india; Omán; Rodesia; Mozambique; Guerra indo-pakistaní; Revolución Cultural en China; Guerra de los Seis Días entre Israel y Egipto, Siria, Jordania e Irak; Nigeria; El Salvador y Honduras; Insurgencia en Filipinas; conflicto israelí-palestino; Etiopia; Camboya; camboyano-vietnamita; Uganda-Tanzania; Revolución Islámica en Irán; Guerra de Afganistán; Revolución sandinista en Nicaragua; Guerra Irán-Irak; Conflicto armado Perú (Sendero Luminoso); Guerra de las Malvinas; del Líbano; Sri Lanka; Somalia; Primera Intifada palestina; Armenia y Azerbaiyán; Guerra del Golfo en Irak; de Croacia; Transnistria; Bosnia; Ruanda; Chechena; Guerra peruano-ecuatoriana; Congo; Etiopía y Eritrea; Kosovo; Liberia; Yemen; Siria; Sudán del Sur; Somalia; Afganistán…