Tal vez

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Tal vez deberíamos haber

reconocer el momento exacto

libre del olor de nuestras manos.

Al menos por gratitud a la antigua realeza.

Ahora silencios demasiado grandes

conservan ruinas.

Todo ha perdido su lugar

que le habíamos dado.

son solo imagenes cortas

propiedades

sin esperar.

Somos muchos y estamos bien.

La bestia se hiere, una punta

y ella no sabe dónde nace la herida.

¿Qué ha sucedido en estos años?

¿Quién ha sido? ¿Quién he sido yo

en el diseño?

Tal vez la reina de los espacios,

progenie de piedra,

nudos que regresan en el peine,

y en el sueño texto.

Vivo en la trayectoria de esa pelota

que tiré en un jardín hace muchos años

y que todavía no toca la tierra.

Vivo en los deslizamientos y respiro

abajo, en los intersticios de tiempo,

entre mínimos y máximos que pasan.

Vivo sin idea

¿En qué sombra me caeré?

Algunos fantasmas tratan de consolarme.

Es un intento incomprensible.

Son voces de tropiezos, palabras

de lo indecible.

Los fantasmas saben donde caigo,

ellos saben amarme.

Con una mano me enseñan la luz

y con la otra me empujan

hacía lo invisible.

Todavía no sé de qué arma estoy herida

y a qué hora la pelota que tiré

hace muchos años

tocará el suelo.

Tal vez

Tal vez deberíamos haber

reconocido el momento exacto

libre del olor de nuestras manos.

Al menos por gratitud de lo vivido.

Entre lo que es y lo que ha sido

viajan silencios demasiado grandes,

conservan ruinas que se expanden,

lejos de los lugares donde se ha perdido todo lo que habíamos concebido

para darnos.

Quedan imágenes  gestos extraviados, inmóviles,

sin espera.

Y dentro lo poco que queda,

nosotros dos somos muchos

y todos queremos tener la razón.