Nuestros padres y madres, abuelos o abuelas que viven en las residencias no han tenido la atención que necesitaban. En Madrid y Cataluña, durante la primera ola estuvieron solos y solas durante largos periodos de tiempo: no pudimos ir a visitarlos. Esto podría haberse evitado si se hubieran tomado medidas adecuadas. Y puede repetirse si no actuamos rápido.
En Madrid y Cataluña, por ejemplo, se violaron estos 5 derechos humanos:
- derecho a la salud
- derecho a la vida
- derecho a la no discriminación
- derecho a la vida privada
- derecho a la vida familiar
En muchas residencias, aislaron durante semanas a muchas personas residentes en Madrid y Cataluña. Estuvieron prácticamente incomunicadas con sus familias. También con el mundo exterior. ¿Imaginas lo duro que debió ser no saber lo que estaba ocurriendo fuera?
No recibieron la atención médica que necesitaban y pasaron todo ese tiempo en soledad. En el peor de los casos, no pudieron siquiera despedirse de sus familiares.
Hubo personas residentes en Madrid y Cataluña a las que no se les dio la oportunidad del tratamiento que necesitaban, ni en la residencia ni en un hospital. En algunos momentos, no se realizaron ingresos en hospitales, y las derivaciones que se dieron, fueron la excepción y en ocasiones se hicieron demasiado tarde.
Ninguna emergencia sanitaria justifica ni la violación de derechos humanos ni el abandono que sufrieron las personas mayores en residencias. Las medidas tomadas durante la primera ola fueron ineficaces e inadecuadas, y si no actuamos con urgencia, corremos el riesgo real de que esta situación pueda repetirse.
No podemos dejarlos solos y solas. Firma con urgencia esta petición y enviaremos en tu nombre la carta que verás junto al formulario a las consejerías de sanidad y de asuntos sociales de las comunidades autónomas. Son ellas quienes tienen en su mano garantizar la asistencia adecuada a nuestros padres, madres, abuelos y abuelas que viven en las residencias.